El niño falleció el pasado sábado en un hospital de Marsella. El menor había sufrido un paro cardíaco en su domicilio y fue trasladado al hospital, donde estuvo ingresado siete días.
Las pruebas serológicas mostraron que había estado en contacto con el coronavirus, aunque no había desarrollado síntomas, según el diario "La Provence", que fue el que reveló el caso. Los primeros análisis apuntan a que su muerte tiene carácter excepcional.
En Francia se tienen registrados desde el 1 de marzo pasado 125 casos de niños afectados por un proceso inflamatorio con los síntomas de la enfermedad de Kawasaki, probablemente en relación con la pandemia de la COVID-19.