El agente de la CIA, Tony Méndez, se convirtió en 1980 en leyenda por rescatar a seis empleados de la embajada estadounidense en Teherán, en Irán.
Además, inspiró a Ben Affleck para hacer la película Argo. Se inventó un rodaje para sacar sanos y salvos a los diplomáticos que se habían refugiado en la delegación canadiense. Fue la crisis de los rehenes. Esta madrugada el propio Affleck ha recordado en Twitter que fue un héroe de verdad.