Al menos 23 soldados fallecieron la tarde del lunes después de que se derrumbaran sobre ellos dos edificios con explosivos en el centro de la Franja de Gaza, en el que constituye el suceso más mortífero para las tropas israelíes desde el inicio de la ofensiva terrestre en el enclave, el pasado 27 de octubre.
“Por lo que sabemos, alrededor de las cuatro de la tarde los terroristas dispararon un RPG contra un tanque que protegía a las fuerzas y al mismo tiempo se produjo una explosión en dos edificios de dos pisos", anunció este martes el portavoz del Ejército, Daniel Hagari, que confirmó a los medios hebreos que se está investigando si la explosión fue el resultado de las minas colocadas por las propias tropas.
El incidente se produjo en el centro de la Franja, cerca de la comunidad fronteriza de Kissufim, donde el Ejército anunció que las tropas estaban destruyendo estructuras de los islamistas de Hamás, a fin de crear un perímetro de seguridad que "permitiera a los residentes de las comunidades fronterizas israelíes regresar a sus hogares".
"Ayer fue uno de los días más duros desde que estalló la guerra. Perdimos a 24 de nuestros mejores hijos, los héroes que cayeron defendiendo la patria junto con los ciudadanos de Israel", afirmó Netanyahu en un videomensaje a la nación, junto con los otros miembros destacados del gabinete de guerra, el titular de Defensa, Yoav Galant; y el ministro Benny Gantz.