Ellie Petty, una mujer de 32 años de Inglaterra, comenzó a arder cuando su cigarrillo electrónico explotó en su bolsillo mientras conducía.
Este accidente le originó quemaduras de tercer grado , dejando su muslo totalmente carbonizado.
La ropa rápidamente empezó a incendiarse y ella frenó el coche de golpe desviándose para evitar el choque con otros vehículos. La afectada en estado de nerviosismo absoluto comenzó a apagar el fuego con las manos, lo que ocasionó más quemaduras en su cuerpo.
Posteriormente aparcada en una zona segura decidió llamar a una ambulancia
"La batería explotó como una antorcha de gas, pude sentir las llamas en mi cuerpo. Estaba segura de que iba a morir. Fue una experiencia horrible. Las llamas se acercaban a mí y yo me veía entre el fuego."
Al llegar la ambulancia la trasladaron inmediatamente al hospital donde trataron de curar las quemaduras de tercer grado que presentaba en el muslo, las manos, los dedos y las muñecas. Además, le comunicaron que tenía que hacer un curso de tratamiento.
"Las quemaduras tenían una apariencia horrible, parecían sacadas de una película de terror", dijo la afectada.
Tras este desagradable suceso que le ha tocado vivir ha querido concienciar a las demás personas y hacer una advertencia sobre el peligro de las baterías de estos cigarrillos.
"Nunca creí que me podía suceder esto, la gente debe ser consciente de los peligros y debe haber más mensajes de seguridad en estos dispositivos", añadió Ellie.
"Las pilas nunca deben estar sueltas o mantenerse junto a llaves, monedas u otros objetos metálicos", informó Emma Drackford, directora de comunicaciones de la Seguridad Eléctrica.
Pero Ellie dice que aunque la batería estaba en el bolsillo, no había otros objetos metálicos junto a ella.