En un nuevo informe, Naciones Unidas le pide al ejército israelí que ponga fin a las ejecuciones extrajudiciales, las detenciones arbitrarias, las restricciones de movimiento y a la violencia de los colonos israelíes contra la población palestina en Cisjordania y Jerusalén Este.
El Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU exige también que se evite el uso de armas durante las redadas, que se repiten cada día en Cisjordania y Jerusalén Este, y que desde que comenzó la guerra contra Hamás se han saldado con más de 300 muertos, de los que 79 eran menores.
Denuncian el uso desproporcionado de la fuerza
El informe recoge además un drástico incremento de los bombardeos y las incursiones de vehículos blindados y buldóceres en campos de refugiados, donde el ejército israelí (según admite Naciones Unidas) actúa con una "fuerza desproporcionada e innecesaria". Desde el pasado 7 de octubre, 4.700 personas han sido detenidas en Cisjordania y Jerusalén Este, y 40 de ellos son periodistas.