Naciones Unidas acusa a Israel de crímenes contra la Humanidad, incluido el "exterminio", la persecución de género contra hombres y niños palestinos, torturas, trato inhumano y cruel y el traslado forzoso de miles de gazatíes.
Según este primer informe del organismo sobre el conflicto en Oriente Próximo, el ejército de Benjamín Netanyahu utilizó al menos dos veces la llamada "directiva Aníbal” que avala el uso de la máxima fuerza posible para evitar que los soldados -en este caso israelíes- caigan en manos del enemigo. La pérdida de vidas en la Franja (más de 37.000 muertos desde el inicio de la guerra) y la destrucción de infraestructuras civiles forman parte -según esta investigación independiente de la ONU- de una estrategia que consiste en causar el máximo daño posible.
La comisión, que incluye entrevistas con víctimas y testigos, informes médicos forenses o imágenes por satélite, refleja en su informe la evidencia de que Hamás también cometió crímenes de guerra en sus ataques en Israel del 7 de octubre.
[[LINK:DOCUMENTO|||Español|||66698ce36222b0e43411a6a0|||INFORME COMPLETO]]