El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha anunciado este domingo el cierre de las operaciones de la cadena panárabe Al Yazira en todo el país por incitar a ataques contra la seguridad del Estado y por ejercer de órgano de "propaganda" para el movimiento islamista Hamás durante la guerra de Gaza.
"Lamentamos la decisión del gabinete (israelí) de cerrar Al Yazira en Israel", ha hecho saber la oficina en su cuenta de la red social X tras conocer la orden del Gobierno israelí, que ha acusado a la cadena de servir de órgano de propaganda para el movimiento islamista palestino Hamás y de atentar contra la seguridad del Estado de Israel.
También el secretario general de la ONU, António Guterres, ha criticado la medida. "La ONU está firmente en contra de cualquier decisión que busque restringir la libertad de prensa", ha afirmado el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, ha "lamentado" el cierre de Al Yazira. "Unos medios de comunicación libres e independientes son esenciales para garantizar la transparencia y la rendición de cuentas", ha apuntado. "Ahora aún más dadas las estrictas restricciones a la información desde Gaza. La libertad de expresión es un derecho humano fundamental. Instamos al Gobierno a anular la prohibición", ha añadido.
La libertad de expresión es un derecho humano clave
La decisión ha sido adoptada de manera unánime por el gabinete de guerra israelí y el ministro de Comunicaciones, Shlomo Karhi, ya ha firmado la orden correspondiente de acuerdo con una legislación aprobada en abril por el Parlamento israelí que restringe durante al menos 45 días, prorrogables, las actividades de medios extranjeros considerados como hostiles hacia el país.
En su mensaje, la oficina destaca que "unos medios de comunicación libres e independientes son esenciales para garantizar la transparencia y la rendición de cuentas" y más aún en estos momentos, "dadas las estrictas restricciones a la información desde Gaza".
"La libertad de expresión es un derecho humano clave. Instamos al Gobierno (israelí) a revocar la prohibición", concluye la nota.