En la aldea de Nagoro, Japón, viven más muñecos que personas y se ha hecho conocida hace unos días gracias a que un joven llamado Norman Nakamura ha contado la sorpresa que se llevó al llegar a allí. Ya en la entrada del pueblo se dio cuenta de que se respiraban una paz y una tranquilidad especiales, apenas se escuchaba un solo ruido más allá de los sonidos de la naturaleza. La sorpresa fue mayor cuando según fue adentrándose en Nagoro se fue encontrando con decenas y decenas de muñecos. Que a priori, claro, te encuentras esa imagen y cualquiera se piensa que está en una película de terror.
Pues bien, resulta que en el pueblo viven una treintena de personas que conviven con unos 350 muñecos que están distribuidos por todo el pueblo. Estos muñecos los hace a mano una vecina de Nagoro de 72 años, que empezó en 2002, cuando al volver a vivir al pueblo tras años fuera y ver lo despoblado que se estaba quedando decidió hacer algo.
Lo más curioso de estos muñecos es que todos y cada uno de ellos tienen nombre y apellidos, representan a personas de distintas edades que han vivido en el pueblo y, muchos de ellos, incluso están vestidos con su ropa.
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