El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, aseguró este sábado que no permitirá que la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que gobierna partes reducidas de Cisjordania ocupada, controle la Franja de Gaza una vez que las tropas israelíes eliminen al grupo islamista Hamás.
"No cometeré el error de permitir que la ANP gobierne en Gaza, va a ser lo mismo" que Hamás, dijo el mandatario en una rueda de prensa televisada, en la que abogó por "una nueva visión, un cambio" en el enclave palestino, que involucre "seguridad y control israelí".
Estados Unidos, principal socio de Israel, ha abogado por la unificación de Gaza y Cisjordania bajo el gobierno de la ANP una vez que concluya la guerra, pero Netanyahu aseguró que la ANP y Hamás tienen en común "la ideología que niega la existencia de Israel".
Además, Netanyahu ha reiterado las amenazas a Líbano, un país que será "destruido" si Hezbolá entra en guerra a gran escala con Israel. "Vamos a restablecer la seguridad en el norte y en el sur. Si Hezbolá comete el error y entra en una guerra a gran escala habrá destruido Líbano con sus propias manos", ha afirmado.
Ha explicado que "estamos eliminando células terroristas, alejándolas de la frontera, destruyendo munición. Vamos a seguir con la fuerte disuasión en el norte y la victoria total en el sur".
Hamás descarta nuevos intercambios de rehenes
Por otra parte, el número dos de Hamás, Salé al Aruri, ha asegurado este sábado que no habrá nuevos intercambios de rehenes por presos hasta que no cese la ofensiva israelí sobre la Franja de Gaza.
"Ahora mismo no hay negociaciones para una tregua. No habrá intercambio de prisioneros hasta que cese la agresión y haya un alto el fuego integral y definitivo (...) La ocupación insiste en que sigue habiendo mujeres y niños retenidos, pero los hemos entregado todos. Los prisioneros que quedan en Gaza son hombres soldados y civiles que han estado en el ejército de ocupación", ha explicado.