Yasmine, como ha dicho a los rescatadores que se llama, es la única superviviente del naufragio en el Mediterráneo de una barcaza en la que viajaban 45 personas según la ONG alemana Compass Collective.
Esta niña de 11 años y originaria de Sierra Leona ha sido rescatada esta madrugada. La tripulación del velero Trotamar III escuchó unos gritos en medio de la noche mientras naufragaba a unas diez millas de la isla italiana de Lampedusa.
Una cámara de aire, la clave para salvarse
Yasmine se salvó gracias al chaleco salvavidas que llevaba y que se pudo agarrar a una cámara de aire en el momento del naufragio. Llevaba tres días en alta mar y de esta manera ha conseguido aguantar unas doce horas en el agua. "En general su estado parece bueno. Creemos que permaneció en el agua unas doce horas" explicó a los medios el médico del ambulatorio de la isla Mauro Marino que la examinó.
“Fue casi un milagro que pudiéramos escuchar sus lamentos. Intentamos buscar otros náufragos, pero no había ninguno. Después de un día de tormentas, con 23 nudos de viento y olas de cinco metros de altura, era casi imposible”, dijo el capitán del velero, Matthias Wiedenlübber.
En estado de hipotermia
Yasmine viajaba junto a su hermano, tal y como ha contado a los miembros de Compass Collective, pero él no tuvo tanta suerte y desapareció en el naufragio. Cuando Yasmine llegó a bordo estaba helada, temblando y “claramente en estado de hipotermia. Aunque apenas podía caminar estaba reactiva” explicaban desde Trotamar III.
La niña contó que habían salido de Sfax (Túnez) hacía cuatro o cinco días y que debido al mal tiempo, el barco en el que viajaban, volcó y todos acabaron en el agua.
Yasmine ha podido hablar con su padre, que todavía se encuentra en Túnez y ha sido trasladada a Lampedusa.
Unos 356 inmigrantes desembarcaron en Lampedusa durante la noche, antes de que llegara al amanecer la niña rescatada por la tripulación de la ONG.