El pasado 13 de octubrela Policía Local de Altamonte Springs, una ciudad estadounidense ubicada en el estado de Florida, detuvo a Veondre Avery acusado de un homicidio negligente después de que su hijo de dos años matara a su madre de un tiro en la cabeza con un arma que encontró cargada en su mochila infantil. Aunque el hombre de veintidós años, intentó reanimar a la que era su pareja, la mujer murió en el acto.
El homicidio
El pasado 11 de agosto Shamaya Lynn, de veintiún años, estaba reunida con sus compañeros de trabajo en el contexto de una videollamada de Zoom cuando, de repente, cayó de espaldas y desapareció del cuadro de su webcam.
Una de las mujeres participantes en el encuentro virtual alertó a la Policía informando de que había escuchado un ruido antes de que Lynn cayera de su asiento. A su llegada al domicilio de la víctima, los agentes encontraron a Veondre Avery intentando reanimar a su pareja que, según la oficina del fiscal estatal, había recibido un disparo en la cabeza.
Inmediatamente se inició una investigación policial de la que se obtuvieron varias conclusiones. Al parecer, Avery había dejado en la mochila de su hijo una pistola cargada que no tenía puesto el seguro. El niño cogió el arma de la mochila, se acercó a su madre mientras hablaba con sus compañeros de trabajo y logró dispararla, según explica 'BBC'.
Ninguno de los dos hijos de la pareja, que se encontraban en casa durante el incidente, resultó herido.
Consecuencias penales
Todo apunta a que Avery cometió una grave negligencia considerando el hecho de que, además, la mochila estaba decorada con imágenes de 'La patrulla canina', la serie de animación canadiense que causa furor entre los más pequeños. Por este motivo, uno de los agentes de la policía de Altamonte Springs señaló que Veondre Avery "tiene que pagar las consecuencias", aunque "tal vez no fuera algo que quisiera hacer".
Un delito de homicidio negligente puede conllevar penas de cárcel de hasta quince años. También podría ser condenado a quince años de libertad condicional y a pagar una multa de 10.000 dólares. Por el momento, los niños de Lynn se encuentran con otros familiares.