En declaraciones a medios franceses, el presidente de la región Provenza Alpes Costa Azul, Renaud Muselier, explicó que hay siete vecinos de esos inmuebles de quienes no se ha tenido ninguna noticia desde el suceso, mientras que las cámaras de videovigilancia instaladas en la calle han mostrado que dos viandantes pasaban al lado de las casas cuando se vinieron abajo y tampoco se les ha localizado aún.
Muselier explicó que se mantiene el cordón de seguridad en torno al barrio para permitir el trabajo de los bomberos, que ha podido acelerarse en los últimos minutos, ya que se ha derrumbado un muro que suponía un riesgo para los equipos de rescate. Añadió que los vecinos de los edificios han sido reubicados en hoteles o en casas de amigos tras el desastre, que hasta el momento ha causado al menos dos heridos leves.
El presidente francés, Emmanuel Macron, expresó el "afecto y la solidaridad de la nación" con los afectados por el derrumbe en una ciudad que esta mañana "ha sufrido y todavía sufre" con el suceso. Los dos inmuebles, de antigua edificación, se desplomaron por razones todavía por determinar hacia las 09.30 hora local (08.30 GMT) en la céntrica calle de Aubagne y quedaron reducidos a un montón de escombros.
La policía judicial ha abierto una investigación sobre la causa del siniestro, que ha golpeado un barrio humilde lleno de infraviviendas. Uno de los dos edificios había sido clausurado para impedir que alguien lo habitase y en el otro todavía permanecían ocupados nueve de doce apartamentos.