Obama recibió en la Casa Blanca a los miembros de la Asociación Nacional de Gobernadores (NGA, en inglés), que este fin de semana se reunieron en la capital estadounidense, y les habló de prioridades como la lucha contra el terrorismo y el virus del Zika, además de los esfuerzos para frenar la creciente adicción a los opiáceos.
El mandatario lamentó la serie de tiroteos que dejaron seis muertos y dos heridos graves este sábado en Kalamazoo (Michigan) y dedicó unas palabras a las "familias que están destrozadas" por el suceso. "A principios de este año, di algunos pasos para dificultar que individuos como este (de Kalamazoo) pudieran comprar un arma, pero claramente tenemos que hacer más para mantener seguros a los estadounidenses inocentes", subrayó Obama ante los gobernadores.
"Supongo que todos ustedes estarán tan cansados como yo de ver que estas cosas ocurren en sus estados. Así que esa es un área donde tenemos que aliarnos para pensar qué podemos hacer de forma bipartidista, con sentido común, sin la retórica ideológica que a menudo rodea este asunto", añadió el mandatario.
Obama, frustrado desde hace años por la negativa del Congreso a aprobar una ley que aumente el control de armas, lamentó que este fin de semana "probablemente" murieron más personas por la violencia armada en el país que en el atentado terrorista de diciembre en San Bernardino (California), donde se perdieron catorce vidas.
El presidente también pidió a los gobernadores que hablen con los congresistas y senadores federales de cada uno de sus estados sobre la "importancia" de ratificar el TPP, que reúne a Estados Unidos y otros once países que en su conjunto concentran el 40 % de la economía mundial. "Soy prudentemente optimista de que aún podemos lograr" que el Congreso ratifique el TPP, dijo Obama.
"Los sindicatos -y yo soy un gran simpatizante de los sindicatos- no están contentos conmigo en este aspecto. No están de acuerdo porque tienen recuerdos de cómo (los acuerdos comerciales) han debilitado la base manufacturera en Estados Unidos", explicó. "Y no importa cuánto les explique que los hechos muestran que esto mejorará la posición de los trabajadores estadounidenses y que lentamente alzaremos los estándares laborales en el extranjero, siguen firmes en su oposición", agregó.
Eso significa, continuó Obama, que para ratificar el TPP será necesario apoyarse en "una serie de demócratas favorables al comercio" y de republicanos que "históricamente han estado a favor del mercado libre y el comercio", entre los que citó a los líderes de ambas cámaras del Congreso, Paul Ryan y Mitch McConnell. No obstante, muchos republicanos no quieren favorecer una victoria política de Obama en su último año en el poder, y McConnell ha sugerido que es probable que el acuerdo no reúna los votos necesarios para su ratificación si se somete a voto antes de las elecciones presidenciales de noviembre.
Obama, que solicitó al Congreso 1.900 millones de dólares adicionales al presupuesto del año fiscal 2016 para combatir el virus del Zika, instó también a los gobernadores a coordinar con el Gobierno federal sus campañas contra la enfermedad, especialmente en territorios como Puerto Rico que ya tienen casos confirmados. Además, abordó con los gobernadores el creciente problema de la adicción de muchos estadounidenses a la heroína y los analgésicos opiáceos como Oxycontin, pero rechazó una idea popular en muchos de los Gobiernos estatales: la de limitar el número de pastillas que los doctores pueden recetar.