En este sentido, el presidente norteamericano ha solicitado a la nación estar prevenida ante posibles eventos de clima espacial, tales como "fenómenos meteorológicos espaciales, en forma de erupciones solares, las partículas energéticas solares, y las perturbaciones geomagnéticas que se producen regularmente". Así, ha indicado que algunos de estos fenómenos pueden provocar "efectos mensurables en los sistemas críticos de infraestructura y tecnologías, como el Sistema de Posicionamiento Global (GPS), las operaciones de satélites y la comunicación, la aviación, y la red de energía eléctrica".
Asimismo, la orden apunta que dichos fenómenos meteorológicos extremos "podrían degradar significativamente la infraestructura y desactivar una gran parte de la red de energía eléctrica, lo que se convertiría en una serie de fracasos que afectarían a servicios clave tales como el abastecimiento de agua, salud y transporte".
Igualmente, el presidente ha indicado que "el éxito de la preparación para los eventos del clima espacial se conseguirá a través del esfuerzo de toda la nación y que requiere la colaboración entre los gobiernos, los gestores de emergencias, los círculos académicos, los medios de comunicación, la industria de seguros sin fines de lucro y el sector privado".
Por último, la orden matiza que el concepto de "'clima espacial' se refiere a las variaciones en el entorno espacial entre el Sol y la Tierra (y en todo el sistema solar) que pueden afectar a las tecnologías en el espacio y en la Tierra" y que "los principales tipos de fenómenos meteorológicos espaciales son las erupciones solares, las partículas energéticas solares, y las perturbaciones geomagnéticas.". Así, ha añadido que "una 'llamarada solar' significa un breve estallido de energía intenso cerca o sobre la superficie del Sol que se asocia típicamente con las manchas solares".