En una comparecencia en la Casa Blanca, Obama ha defendido el trabajo del Pentágono en la elaboración del plan para proceder al cierre "de una vez por todas" del centro de detención y ha subrayado que está claro que esta instalación "no mejora nuestra seguridad nacional, al contrario, la perjudica".
El presidente ha lamentado que la postura de los republicanos en el Congreso haya impedido hasta ahora cerrar el centro de detención como él prometió antes de llegar a la Casa Blanca y ha apelado a "cerrar un capítulo en la historia" de Estados Unidos.
Obama ha asegurado que el Gobierno está comprometido con proceder a su cierre "de una manera responsable y segura" y para ello se han identificado posibles lugares a los que trasladar dentro de Estados Unidos a los prisioneros a los que aún no se ha aprobado trasladar a otros países.
Asimismo, arropado por el vicepresidente, Joe Biden, y el secretario de Defensa, Ashton Carter, ha resaltado que el cierre de Guantánamo "ahorrará dinero" a las arcas públicas ya que permitirá dejar de gastar hasta 80 millones de dólares al año.