El canciller cubano, Bruno Rodríguez, explicó esta petición tras el encuentro que mantuvieron los dos presidentes en la sede de Naciones Unidas, una cita en la que Castro dijo que los avances hacia la normalización dependerán de lo que ocurra con el embargo.
"No habrá normalización con bloqueo y no habrá progreso sustancial en el proceso de normalización sin cambios sustanciales en la aplicación del bloqueo", dijo Rodríguez, quien destacó que las decisiones ejecutivas tomadas hasta ahora por Obama "son de valor muy limitado".
El responsable cubano de Exteriores recordó que el presidente de EEUU dispone de "amplias facultades ejecutivas" que "le permitirían modificar sustancialmente muchos elementos de la aplicación del bloqueo".
Según Rodríguez, hasta ahora las acciones de Obama en ese ámbito "no tocan ningún hecho significativo de la aplicación del bloqueo contra Cuba" y su alcance y profundidad ha sido "limitadísima".
"El ritmo del proceso de normalización de las relaciones bilaterales (...) dependerá del levantamiento del bloqueo, dependerá de que la realidad del bloqueo sea modificada sustancialmente mediante la utilización de las muy amplias facultades ejecutivas que conserva el presidente de los Estados Unidos", insistió.
Desde el anuncio en diciembre del inicio del proceso para la normalización bilateral, Obama ha pedido sin éxito al Congreso de Estados Unidos, controlado ahora por la oposición republicana, el levantamiento del embargo económico impuesto a Cuba hace más de medio siglo.
Castro, en su intervención ante la Asamblea General de la ONU, ya dejó claro que esa normalización de vínculos se alcanzará, entre otras cosas, cuando "se ponga fin al bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba".
Como viene haciendo desde hace más de dos décadas, Cuba tiene previsto someter a votación el próximo 27 de octubre una resolución en la Asamblea condenando el embargo.
En el encuentro de hoy, el segundo entre los dos presidentes desde que se anunció el acercamiento entre sus países, el líder cubano "ratificó la voluntad de construir un nuevo tipo de relaciones", según dijo Rodríguez en una conferencia de prensa.
La cita, explicó el canciller, se desarrolló en "un ambiente respetuoso y constructivo" y sirvió para intercambiar impresiones sobre la visita del papa Francisco a los dos países, tratar la cooperación en "áreas de beneficio mutuo" y abordar cuestiones relativas a "la solución de problemas pendientes entre las dos naciones".
Rodríguez recordó que los dos países están ya dialogando en numerosas áreas como el medio ambiente, la lucha contra el narcotráfico, la búsqueda y salvamento de personas en el mar, el terrorismo, la salud o los servicios de correos.
Además, dijo que Cuba está dispuesta a discutir un proceso de reparaciones económicas para resolver las reclamaciones que se hacen mutuamente ambas naciones.
El canciller destacó, sin embargo, que Washington y La Habana continúan manteniendo profundas diferencias en asuntos exteriores y en otros ámbitos.
Entre otras, Rodríguez recordó que su Gobierno considera la devolución de los territorios donde se encuentra la base de Guantánamo como un "elemento de alta prioridad en el proceso de normalización".
Al mismo tiempo, consideró que "hay una oportunidad de avanzar significativamente en la normalización de las relaciones bilaterales en el periodo del presidente Obama" y que las dos partes deben "aprovechar el tiempo" que le queda en la Casa Blanca.
Rodríguez recordó que Castro considera a Obama un "hombre honesto", del que admira "su origen humilde", y aseguró que los encuentros entre ambos han sido siempre "cordiales".
La Casa Blanca, por el momento, se ha limitado a señalar que en la reunión de hoy los dos líderes hablaron del "proceso continuo de restablecer relaciones" entre EEUU y Cuba.