El caso sigue sin resolverse de una perra que murió en Atlanta después de haber estado atrapada en cemento con solo la cabeza al aire, por lo que se ofrece una recompensa de hasta 8.000 euros por aportar cualquier dato relevante sobre los culpables, según ha anunciado PETA.
Eric Purdue, la persona que se encontró al animal en tan lamentable estado, comenzó a cavar nada más encontrársela, lo que le llevó media hora. Se cree que pudo estar allí cerca de tres días y que sobrevivió gracias a la lluvia y el cielo nublado.
Bautizada como Lulu por sus rescatadores, debido a la gravedad de sus heridas tuvo que ser internada en un centro veterinario, pero poco se pudo hacer por mantenerla con vida y falleció a causa de las heridas. "Alguien debe saber de dónde es y quién la enterró con vida, dejándola sufrir terriblemente durante días", señalan desde PETA.