Tanto el norte como el sur de la Franja de Gaza habrían alcanzado el nivel más alto de catástrofe humanitaria por hambruna. Es la principal conclusión de una baremo realizado por Naciones Unidas, distintos gobiernos y organizaciones no gubernamentales 2 meses y medio después de la ofensiva israelí, que ha obligado al 85% de la población gazatí a abandonar su casa. Y la ayuda humanitaria llega con cuentagotas.
Muchas familias no pueden alimentar a sus hijos como reconoce esta mujer palestina. "Hay tantos pacientes. El tratamiento se realiza en el suelo. Niños, adultos, mujeres, mujeres están dando a luz aquí, en esta habitación llena de gente con el suelo cubierto de sangre. Nunca he visto nada igual".
Se suman a esta denuncia otras organizaciones como la OMS, Acción Contra el Hambre o Médicos Sin Fronteras que avisan de que si las bombas no acaban con la población, lo hará el hambre, las enfermedades y la falta de higiene.