Dos miembros de la Fuerza Interina de las Naciones Unidas en el Líbano (FINUL) han resultado heridos después de que un proyectil disparado por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) impactara directamente en una de sus instalaciones en Naqoura. Este ataque, descrito por la ONU como "totalmente inaceptable", ha desencadenado una ola de condenas a nivel internacional, elevando aún más las tensiones en la región.
El ataque y las consecuencias inmediatas
El incidente ha ocurrido en una torre de observación del cuartel general de la FINUL, ubicada en Naqoura, una localidad situada en la frontera entre el Líbano e Israel. Según la misión de la ONU, el proyectil fue disparado desde un tanque israelí, alcanzando de manera directa la torre y provocando la caída de dos 'cascos azules' de nacionalidad indonesia. Aunque ambos soldados han sido hospitalizados, se ha confirmado que sus heridas no son graves.
El cuartel general de la FINUL, donde se produjo el ataque, es una instalación crítica para la misión, ya que alberga a diversos efectivos internacionales, incluyendo soldados españoles bajo el mando del general español Aroldo Lázaro. Fuentes del Ministerio de Defensa de España han aclarado que no hay soldados españoles entre los heridos. La mayoría de las tropas españolas destacadas en la FINUL se encuentran en Marjayún, al sureste del Líbano.
Condena internacional
El ataque ha suscitado una respuesta enérgica de varios países, especialmente aquellos con fuerzas desplegadas en la FINUL. El ministro de Defensa de Italia, Guido Crosetto, ha protestado formalmente ante el gobierno israelí, condenando lo que considera una violación flagrante del derecho internacional. Crosetto subraya que disparar contra bases de la ONU es un acto inaceptable y que se han tomado medidas diplomáticas para abordar la situación con urgencia.
El ministro de Asuntos Exteriores de Irlanda, Micheál Martin, también ha expresado su indignación, calificando el incidente de "inadmisible". Martin recuerda que los soldados de la ONU están presentes en la región a petición de ambas partes del conflicto y que es responsabilidad de Israel garantizar la seguridad de estos efectivos. En un gesto similar, el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, se ha unido a la condena, afirmando que no existe justificación para el ataque y reiterando el apoyo total de la UE a la misión de paz.
El portavoz de la ONU en el Líbano, Andrea Tenenti, ha expresado su "profunda preocupación" por la creciente violencia y ha señalado que las posiciones atacadas por Israel eran claramente identificables como sitios de la ONU. Además, califica este ataque como una violación grave del derecho humanitario internacional.
Los gobiernos de Francia e Italia, que junto con España y otros países europeos contribuyen con tropas a la FINUL, han decidido convocar una reunión la próxima semana para tratar la situación. El objetivo de la reunión es coordinar una respuesta común a los ataques y reforzar la protección de sus efectivos desplegados en la región.
La respuesta de Israel aún no ha sido clara, ya que no se ha emitido ningún comunicado oficial por parte de las FDI al respecto. Sin embargo, el hecho de que las posiciones de la ONU sean bien conocidas y estén claramente marcadas deja a Israel en una posición difícil de justificar.