"Una estimación muy preliminar indica que potencialmente se necesitará aumentar las plazas de reubicación hasta las 200.000", dijo el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Antonio Guterres.
En línea con la posición común que ayer anunciaron Francia y Alemania, el responsable indicó que todos los países de la Unión Europea (UE) deben tener "una participación obligatoria" en el programa masivo de reubicación, del que han de beneficiarse todos aquellos que necesitan protección internacional.
"La solidaridad no puede ser sólo la responsabilidad de algunos pocos miembros de la UE", comentó Guterres.
Alemania y Francia están finalizando una propuesta común que presentarán en los próximos días a las instancias europeas para la instauración de un sistema de cuotas de acogida de refugiados en el que participen de forma obligatoria todos los países del bloque.
Los países más afectados por la crisis migratoria son, por una parte, Italia y Grecia, que actúan como puertas de entrada de la UE tras el cruce del Mediterráneo, y Alemania, Austria y Suecia, los principales países de destino de los refugiados.
A ese respeto, Guterres recalcó que "ningún país puede negarse a hacer su parte" y consideró que los desacuerdos en el seno de la UE frente a esta crisis eran de esperar. "No es sorprendente que cuando un sistema está desequilibrado y es disfuncional, todo se bloqueé cuando la presión sube", aseguró.
El jefe de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) planteó que un programa coherente de reubicación para refugiados debe ir acompañado de capacidades adecuadas de recepción, particularmente en Grecia.
Asimismo, la ONU consideró que la UE debe prepararse para, con el consentimiento previo de los países afectados -en este caso Grecia, Italia y Hungría-, colaborar en la recepción, asistencia y registro de personas que soliciten asilo.