"Esta acción es otra descarada violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad y constituye un peligroso agravamiento de la situación", dijo Guterres en un comunicado remitido por su portavoz.
"El liderazgo de la DPRK (República Popular Democrática de Corea) debe cesar en sus provocaciones y acatar por completo sus obligaciones internacionales", añadió.
Asimismo, Guterres subrayó la importancia de "mantener la unidad de la comunidad internacional" al abordar este "serio desafío".
La embajadora de Estados Unidos en Naciones Unidas, Nikki Haley, solicitó hoy una reunión urgente del Consejo de Seguridad, que se ha convocado para este miércoles, con el fin de abordar este último lanzamiento.
Ayer mismo, China insistió ante Corea del Norte, Estados Unidos y Corea del Sur en la necesidad de negociar un compromiso para rebajar la tensión y evitar consecuencias "desastrosas".
"Actualmente la tensión es alta y querríamos ver una reducción. Si la tensión sigue subiendo, antes o después se perderá el control y las consecuencias serán desastrosas", subrayó el embajador chino ante la ONU, Liu Jieyi, en una conferencia de prensa.
China, que este mes preside el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, volvió a poner sobre la mesa su propuesta de compromiso para que Pyongyang suspenda sus ensayos nucleares y con misiles a cambio de que EE.UU. y Corea del Sur suspendan sus ejercicios militares en la región.
Estados Unidos confirmó hoy que Corea del Norte ensayó el martes con un misil balístico intercontinental, el primero de estas características que Pyongyang logra lanzar con éxito.
El misil balístico voló más tiempo que cualquier prueba de misiles norcoreanos llevada a cabo hasta la fecha, un total de 37 minutos, lo que implica que el régimen de Kim Jong-un podría tener la capacidad de atacar Alaska.
El Pentágono sigue investigando el lanzamiento para dar un análisis más detallado del ensayo, el undécimo en lo que va del año y el primero desde el pasado 8 de junio, el cual llegó a volar por hasta 30 minutos.