Fue escogido por los 193 miembros de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que aprobaron la recomendación hecha por el Consejo de Seguridad, que el pasado día 6 propuso a Guterres como sucesor del surcoreano Ban Ki-moon.
El portugués, que durante diez años estuvo al frente del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur), asumirá su nuevo cargo el próximo 1 de enero. Guterres se convertirá en el noveno secretario general de la ONU y tiene un mandato inicial de cinco años, que vence el 31 de diciembre de 2021.
Los representantes de todos los países lo recibieron con una prolongada ovación y el propio Ban se encargó de darle la bienvenida. "Es una elección fantástica para dirigir esta organización", dijo el diplomático, que destacó el trabajo de Guterres con los refugiados, su experiencia en la escena internacional y su conocimiento del funcionamiento de la ONU.
"Valoro desde hace mucho sus consejos y admiro su espíritu de servicio", aseguró Ban. El presidente de la Asamblea General, Peter Thomson, subrayó que la dedicación de Guterres a "los ideales y valores comunes" de las Naciones Unidas "está fuera de toda duda".
"Estoy seguro de que el señor Guterres servirá a la comunidad global con dedicación, como una autoridad moral y que será la voz de nuestra conciencia colectiva y humanidad", señaló.
Ha sido un paso prácticamente formal, pues aunque la Asamblea General es quien nombra al jefe de las Naciones Unidas, la verdadera discusión tiene lugar en el seno del Consejo de Seguridad.
Allí, Guterres se destacó desde el primer momento como el gran favorito, imponiéndose en todas y cada una de las seis votaciones informales que se llevaron a cabo desde el mes de julio.
Lo hizo pese a partir a priori con desventaja, por su sexo -decenas de países hicieron campaña para que la elegida fuese una mujer- y por no proceder de Europa del Este -región a la que, por la tradición de rotación geográfica, le correspondía el cargo-.