El enviado de la organización para Siria, Staffan de Mistura, dijo a los periodistas que la ONU quiere estar presente durante ese proceso, pero no ha recibido autorización por el momento.
Rusia anunció hoy en Naciones Unidas un pacto para que los militantes opositores puedan dejar Alepo, algo que confirmaron facciones rebeldes de la ciudad.
En una reunión del Consejo de Seguridad, el embajador ruso, Vitali Churkin, aseguró que esa salida está llevándose ya a cabo y ha permitido al Ejército sirio y sus aliados hacerse con el control de toda la ciudad y detener las operaciones militares.
Al término de ese encuentro, De Mistura dijo que las últimas cifras apuntan a que en las zonas rebeldes de Alepo quedaban unos 1.500 combatientes, una minoría de ellos miembros del Frente para la Conquista del Levante (antiguo Frente al Nusra, anteriormente vinculado a Al Qaeda), considerado una organización terrorista por la ONU.
Tras la salida de decenas de miles de personas en los últimos días, De Mistura dijo que probablemente el número de civiles que permanecen por ahora en la zona es inferior a 50.000.
De Mistura insistió en que los civiles que lo deseen deben poder abandonar la ciudad de forma segura.
Según Rusia, muchos de los combatientes que están dejando Alepo se dirigen a la vecina provincia de Idlib.
De Mistura, preguntado al respecto, se mostró preocupado por la posibilidad de que esa zona se convierta ahora en el próximo objetivo de las fuerzas progubernamentales.
Al mismo tiempo, el mediador de la ONU defendió que la nueva situación en Alepo puede facilitar la convocatoria de nuevas conversaciones de paz.
