La ONU traslada a los refugiados LGTBI a centros de seguridad tras los ataques en un campamento de Kenia
Los refugiados LGTBI en el campamento de Kakuma, en Kenia, están siendo trasladados a centros de seguridad en Nairobi, después de que fueran atacados cuando protestaban por una mayor protección, según ha informado este jueves Naciones Unidas.
Los refugiados han señalado que fueron atacados por gente local y otros refugiados mientras protestaban por los creciente ataques homófobos en los últimos meses, donde los miembros LGTBI fueron golpeados y sus refugios incendiados. El último ataque se produjo este martes en el campamento de Kakuma, en el noreste del condado de Turkana, en Kenia, donde viven al menos 18.000 refugiados de más de 10 países.
Los refugiados han afirmado que fueron golpeados con palos de madera y barras de hierro y que alrededor de 20 personas resultaron heridas. Las minorías sexuales se enfrentan a una discriminación generalizada en Kenia y muchas otras partes de África, donde alrededor de 33 de 54 países criminaliza las relaciones sexuales del mismo género, según la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales (ILGA, según sus siglas en inglés).
"Si bien ACNUR ha realizado un gran esfuerzo, junto con el Gobierno de Kenia y sus socios, el contexto de Kakuma no proporciona un entorno seguro para los refugiados y solicitantes de asilo LGTBI", ha afirmado una portavoz del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
"ACNUR considera que los refugiados LGTBI que se vieron afectados por este incidente estarían más protegidos fuera de Kakuma. Se han llevado a cabo las medidas necesarias para facilitar su traslado", ha aseverado. Alrededor de 20 de los 170 refugiados LGTBI en Kakuma han sido trasladados este jueves a centros de seguridad en la capital, con otros 150 refugiados que serán trasladados a finales de este mes, según la portavoz.
Restablecimiento
Los refugiados LGTBI han aplaudido la medida, pero siguen demandando un traslado inmediato y han asegurado que otro refugiado LGTBI fue apuñalado este jueves, lo que hace que otros teman por sus vidas. "La situación es tan mala que todos necesitamos dejar el campamento de Kakuma", ha manifestado Moses Mbazira, un refugiado LGTBI que afirma que fue golpeado durante la protesta. "No es seguro para ninguno de nosotros", ha añadido.
Los refugiados LGTBI han señalado que necesitan un rápido restablecimiento en un tercer país donde puedan ser libres y estar seguros, pero los funcionarios de ACNUR aseguran que eso podría llevar años, ya que la mayoría de países no ven a las minorías sexuales como una prioridad al considerar las solicitudes de asilo.
Los refugiados han dicho que no se sienten protegidos por la Policía y que la violencia homófoba ha crecido desde que celebraron un evento del Orgullo Gay en Kakuma en junio. Los países africanos tienen algunas de las leyes más prohibitivas contra la homosexualidad en el mundo, con castigos que van desde el encarcelamiento hasta la muerte.
Aunque el sexo entre personas del mismo género es castigado hasta con 14 años de cárcel en Kenia, la ley se aplica en pocas ocasiones y el país africano es considerado más tolerante que Uganda y Tanzania. Hay más de 750 refugiados LGTBI en Kenia con ACNUR, la mayoría de ellos de Uganda, pero también de la República Democrática del Congo, Etiopía, Burundi, Sudán del Sur y Somalia.