La Unión Europea discutió este martes el posible embargo al petróleo ruso, que formaría parte del sexto paquete de sanciones contra Rusia. Ursula Von der Leyen anunció que dejaría un plazo de seis meses para que los países miembro acaben con el uso del crudo, y que el plazo se ampliaría a ocho meses en el caso del petróleo refinado.
La Comisión Europea (CE) plantearía dejar que Hungría y Eslovaquia tengan un año más para dejar de lado las importaciones de petróleo, debido a su situación geográfica y la dependencia del crudo ruso. En el caso de Hungría, el país importa hasta un 60% del petróleo que utiliza de Rusia. Viktor Orbán denuncia que el plazo de año y medio no sería suficiente, ya que la prohibición del crudo pasa por una reforma de la infraestructura relacionada.
"Esto es inaceptable desde el punto de vista húngaro"
Este viernes, el presidente húngaro explicó en la radio pública Kossuth la razón de su negativa a la última propuesta de la CE. Comentó que la razón principal para la renuncia es que la renuncia al petróleo ruso en un plazo tan reducido equivaldría a una "bomba atómica" para la economía de su país; "La propuesta que está sobre la mesa crea un problema y no plantea una solución. Esto es inaceptable desde el punto de vista húngaro".
Además, afirma que la propuesta realizada por Von der Leyen no tiene en cuenta las condiciones geográficas de cada lugar, ya que el país centroeuropeo sería incapaz de lograr petróleo a través del mar, lo que lo deja con una única vía de obtención de crudo: un oleoducto procedente de Rusia.