Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, ha responsabilizado este martes al Gobierno afgano y a su falta de "liderazgo" de la "tragedia" que ha permitido que los talibán se hayan hecho con el control del país. Además, ha solicitado a los fundamentalistas que permitan la salida de todos los ciudadanos que decidan huir de Afganistán.
"Este fracaso de liderazgo afgano ha llevado a la tragedia que estamos viendo", ha insistido el secretario general de la OTAN. Así, ha recalcado que el "foco" de la Alianza Atlántica es ahora "garantizar una salida segura" del personal de la organización y de sus aliados, así como de la población afgana que ha trabajado o colaborado con la OTAN. "Estamos comprometidos con la tarea de completar la evacuación lo antes posible.
"Los talibán deben respetar y facilitar una salida segura de todas aquellas personas que quieran salir. El aeropuerto, las carreteras y los cruces fronterizos deben permanecer abiertos", ha señalado el exprimer ministro noruego. Para ello, ha explicado, es vital conseguir que el aeropuerto de Kabul siga estando "operativo" y por eso la organización mantiene a unos 800 civiles sobre el terreno a cargo de funciones "clave", como la gestión del tráfico aéreo.
La OTAN reconoce que la retirada de las tropas fue "difícil"
Stoltenberg ha manifestado también que la decisión de la OTAN de retirar las tropas de Afganistán fue "extremadamente difícil" porque cualquier decisión suponía una serie de "riesgos" de los que los aliados eran "conscientes". "Nos enfrentábamos a un serio dilema. Abandonar y correr el riesgo de que los talibán se hiciesen de nuevo con el control o quedarnos y arriesgarnos a nuevos ataques y una misión sin un final determinado", ha apuntado.
"No queríamos estar para siempre en Afganistán", ha insistido, para después remarcar que "el colapso militar y también político que se ha visto estas últimas semanas ha ocurrido a una velocidad que no había sido anticipada".
"El Afganistán de hoy no es el mismo que el de 2001"
En este sentido, ha defendido la necesidad de hacer un "análisis honesto y claro" sobre la presencia de la OTAN en Afganistán y se ha mostrado convencido de que hay "lecciones que aprender" pero también sin olvidar los avances conseguidos. Entre estos últimos, ha valorado que "no se han producido ataques terroristas en suelo aliado organizados desde Afganistán" o que "una nueva generación de hombres y mujeres ha crecido en un nuevo Afganistán" y ha sido capaz de "adquirir una educación, participar en el proceso político y gestionar sus propias empresas".
"El Afganistán de hoy no es el mismo que el de 2001 y estos cambios no serán fáciles de revertir", ha apostillado, no sin antes reconocer que se han invertido "miles de millones de dólares" en el país asiático y se han sacrificado muchas vidas de soldados aliados durante los años en los que la Alianza Atlántica ha estado presente en Afganistán.