"No estamos haciendo nada que no hagan otros países", afirmó el jefe de Gabinete del Ministerio de Economía y Finanzas de Panamá (MEF), Ricardo Zubieta.
En Panamá, al igual que en Delaware y en otros partes del mundo, es legal y muy común crear y vender empresas "offshore" extraterritoriales, una práctica "muy recomendable para la planificación de patrimonios empresariales o familiares", en palabras del funcionario.
Las sociedades anónimas panameñas están reguladas a través de la Ley 32 de 1927 (que ha sufrido varias modificaciones), gozan de baja tributación y están sujetas a un sistema territorial, que solo requiere el pago de impuestos por actividades realizadas dentro de Panamá. "Tenemos un sistema mucho más regularizado que la mayoría de los países industrializados, incluso regulamos las actividades de los sujetos no financieros para evitar el blanqueo de capitales", sostuvo Zubieta.
Muchas personas eligen abrir sociedades en Panamá porque el país "ofrece varios beneficios, entre ellos la estabilidad de nuestra moneda y la seguridad y flexibilidad de nuestra legislación, que permite manejar las sociedades de forma práctica sin entrar en formalismos exigidos en otros países", apuntó el portavoz autorizado del MEF.
Para Zubieta, un paraíso fiscal es aquel país o jurisdicción que tiene leyes distintas que favorecen a los extranjeros frente a los nacionales con el fin de atraer su inversión, una definición que "no refleja" lo que es el sistema financiero y bancario de Panamá. "Nosotros tratamos igual a nacionales y extranjeros. No hemos hecho un buen trabajo de comunicación, no hemos sabido explicar que no somos un paraíso fiscal", reconoció.
A diferencia de otros países o jurisdicciones en las que se puede crear una empresa a través de Internet, explicó, en Panamá es necesario recurrir a un abogado. "Tenemos un registro público y accesible que nos dice quién es el abogado que ha constituido la empresa y quiénes son sus directores y dignatarios", declaró Zubieta.
Varios medios internacionales agrupados en el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) desvelaron el domingo que personalidades de todo el mundo, entre ellas 12 jefes de Estado, contrataron los servicios del bufete panameño Mossack Fonseca para crear sociedades "offshore" y gestionar su patrimonio al margen del fisco. Los denominados "Papeles de Panamá", la mayor filtración periodística de la historia, incluyen 11,5 millones de documentos que cubren los más de 40 años de actividad de esta firma panameña, considerada una de las más importantes a nivel mundial en la creación de este tipo de empresas.
Entre los afectados por la filtración se encuentran personalidades de diversa índole como los presidentes de Argentina, Ucrania e Islandia, el futbolista Lionel Messi, el cineasta Pedro Almodóvar y la hermana del rey Juan Carlos.