Su visita a República Centroafricana, adonde llegó el pasado domingo, ha exigido medidas de seguridad extraordinarias debido al conflicto que mantienen desde hace dos años milicias cristianas y musulmanas, enfrentamiento que ha costado la vida a miles de personas.
El papa ha llevado un mensaje de "paz" y "reconciliación" a los tres países africanos que ha visitado, donde la violencia y la falta de respeto a los derechos humanos es habitual, pero especialmente a República Centroafricana.
En un país donde los enfrentamientos entre cristianos y musulmanes han provocado la muerte de miles de centroafricanos y el desplazamiento de cerca de un millón, la mitad refugiados en países vecinos, Francisco reclamó el "diálogo" para la reconciliación entre ambas comunidades.