El pontífice ha comenzado el año con una misa en la basílica de San Pedro dedicada a la Virgen, centrando su homilía en ensalzar el papel de María en la Iglesia, amparándose en las Escrituras y en la encíclica "Lumen Gentium" (1964) que Pablo VI escribió en el revolucionario Concilio Vaticano II, pero también en la vida civil del planeta.
Francisco I ha defendido que "la Iglesia necesita de María para redescubrir su propio rostro femenino, para asemejarse más a ella", pues la Virgen representa un modelo y figura perfecta. Así, a través de la Virgen la Iglesia debe "dar espacio a las mujeres" y centrarse en los valores que la madre de Dios representa.
Asimismo, ha asegurado que "el mundo necesita mirar a las madres y a las mujeres para encontrar la paz, para escapar de las espirales de violencia y odio, y volver a tener miradas humanas y corazones que ven",
Pide respeto y cuidado para las mujeres
Francisco explicó, ante la plana mayor de la Curia Romana y otras autoridades y fieles congregados en el templo, que "toda sociedad necesita acoger el don de la mujer, de cada mujer, respetarla, cuidarla, valorar", pues "quien lastima a una sola mujer profana a Dios, nacido de mujer", de María.
En palabras del papa, "nuestro tiempo, vacío de paz, necesita de una Madre que vuelva a reunir a la familia humana. Miremos a María para ser constructores de unidad", instó el pontífice.
El papa advierte de los riesgos de la Inteligencia Artificial
La Iglesia celebra en Año Nuevo desde 1967 la Jornada Mundial de la Paz, una fecha por la que el papa publica previamente un mensaje en el que trata este tema y que, en esta edición, ha abordado los riesgos de la Inteligencia Artificial.
"La inteligencia artificial debe ser entendida como una galaxia de realidades distintas y no podemos presumir 'a priori' que su desarrollo aporte una contribución benéfica al futuro de la humanidad y a la paz entre los pueblos. Tal resultado positivo sólo será posible si somos capaces de actuar de forma responsable", ha expresado Francisco.
Porque, según el pontífice argentino, los progresos tecnológicos y científicos están permitiendo "un control sobre la realidad nunca visto hasta ahora" y "poniendo en las manos del hombre una vasta gama de posibilidades, algunas de las cuales representan un riesgo para la supervivencia humana y un peligro para la casa común".
