"Quiero haceros legar mi saludo y mis deseos de éxito en estas Olimpiadas. Que el coraje y la fuerza que lleváis dentro pueda expresar a través de estos Juegos Olímpicos un grito de fraternidad y de paz", reza la misiva, publicada este sábado por Radio Vaticano.
El pontífice manifestó su deseo de que la humanidad, con el ejemplo de estos deportistas refugiados, pueda "comprender que la paz es posible, que con la paz se puede ganar todo".
"Por el contrario, con la guerra, todo se pierde. Deseo que vuestro testimonio nos haga bien a todos. Rezo por vosotros y, por favor, os pido que recéis por mi. Que Dios os bendiga", concluyó Francisco.
Este equipo de refugiados desfiló anoche bajo la bandera olímpica en el estadio de Maracaná, en Río de Janeiro, y está compuesto por un total de diez atletas, seis hombres y cuatro mujeres.
Se trata de dos nadadores sirios, dos yudocas de la República Democrática del Congo y seis corredores provenientes de Etiopía y Sudán del Sur, todos ellos con el común denominador de haber huido de la violencia en sus países para buscar refugio en otros Estados.