El Papa Francisco ha nombrado a nueve comisarios para que se incorporen a la Comisión Pontificia para la Protección de Menores (CPPM), algunos de ellos víctimas de abusos por parte de religiosos.
La comisión, que se encarga de prevenir los casos de pederastia entre los religiosos, está presidida por el cardenal Sean O'Malley y queda ahora formada por dieciséis miembros, ochos hombres y ocho mujeres.
La Santa Sede explicó en un comunicado que "hay víctimas/supervivientes del abuso sexual clerical entre los miembros anunciados hoy", pero añadió que no daba más detalles por respeto a su privacidad.
"La CPPM apoya el derecho de toda persona que haya sufrido abusos a revelar o no revelar públicamente sus experiencias. Los miembros han decidido no hacerlo públicamente, sino sólo dentro de la comisión. La CPPM cree firmemente que su privacidad es un valor que debe respetarse", expuso.
El cardenal O'Malley ha celebrado estos nombramientos y ha considerado que estas personas "añadirán una perspectiva global a la protección de los menores y adultos vulnerables". "El Santo Padre ha asegurado la continuidad del trabajo de nuestra comisión, que consiste en ayudar a las iglesias locales de todo el mundo en sus esfuerzos por proteger a todos los niños, jóvenes y adultos vulnerables de posibles daños", ha añadido.