Por 298 votos a favor y 309 en contra, la Cámara de los Comunes descartó una propuesta con la que la oposición quería impedir que cualquier futuro primer ministro británico rompa los lazos con la UE antes de que se hayan ratificado unos términos de salida.
Los laboristas trataron de explotar un procedimiento parlamentario inusual para forzar la tramitación de esa legislación, una prerrogativa habitualmente reservada al partido de Gobierno. El movimiento de la formación laborista, que lidera Jeremy Corbyn, coincide con el inicio del proceso para elegir a un nuevo dirigente de los conservadores, que a finales de julio sucederá a Theresa May como jefe del Ejecutivo británico.
El exministro Boris Johnson, quien inició hoy su campaña como aspirante a ese cargo, mantiene que si llega a ocupar el despacho oficial de Downing Street consumará el "brexit" sin pedir una nueva extensión, aunque no se haya aprobado un acuerdo. Johnson es el favorito en las encuestas para ser el próximo primer ministro del Reino Unido, por delante de los actuales titulares de Medioambiente, Michael Gove, y Exteriores, Jeremy Hunt.
Otros candidatos, como el exministro para el "brexit" Dominic Raab, han propuesto que el curso parlamentario concluya días antes del 31 de octubre para que la cámara esté cerrada y no pueda evitar una eventual ruptura abrupta con el bloque comunitario.
El portavoz laborista para el "brexit", Keir Starmer, afirmó que su propuesta era una "válvula de seguridad" para el caso de que el siguiente jefe de Gobierno sea "lo suficientemente tonto para tratar de materializar un 'brexit' sin acuerdo sin el consentimiento" del Parlamento.