Fairbairn instó a los empresarios a tomar medidas, como "asegurarse de que tienen procedimientos claros para que los empleados puedan denunciar casos de acoso en confianza y sin miedo".
También deberían "desarrollar un código de conducta que establezca lo que es y no es aceptable" y aumentar "la diversidad e inclusividad de sus fuerzas laborales a todos los niveles, incluidos los ejecutivos", indicó en un comunicado.
Fairbairn afirmó que "el acoso sexual, en cualquiera de sus formas, es totalmente inaceptable en el Reino Unido de hoy" y señaló que la CBI trabajará para fomentar "un verdadero cambio en la sociedad británica".
"Westminster (sede del Parlamento) y Hollywood (EE.UU.) están actualmente en el punto de mira, pero no cabe ninguna duda de que (el acoso sexual) existe en otros lugares, incluidas algunas empresas", manifestó en la nota.
Alertó de que, aunque muchas compañías se preocupan por el bienestar de sus empleados, "el acoso sexual a menudo se oculta y toma muchas formas".
"Solo un liderazgo comprometido garantizará que los lugares de trabajo estén libres de acoso sexual y que, cuando exista, haya procedimientos fuertes para combatirlo", agregó.
La CBI, que este lunes celebrará su congreso anual en Londres, ha intervenido después de que en los últimos días hayan surgido en el Reino Unido numerosas denuncias de presunto acoso sexual contra diputados o personas con poder o autoridad.
En medio de un creciente escándalo y con varios parlamentarios investigados, la primera ministra británica, Theresa May, se reunirá mañana con los líderes de la oposición a fin de consensuar