"Debido a los graves incidentes sucedidos, me desplazo esta misma tarde a Calais para analizar la situación con el prefecto (delegado del Gobierno), la alcaldesa de la ciudad y los actores locales", anunció Collomb en las redes sociales.
Los hechos se produjeron durante un reparto de comida, cuando afganos y eritreos protagonizaron una pelea en la que se registraron al menos ocho heridos, tres de ellos muy graves, según un balance
provisional.
Algunos de ellos están heridos de bala y otros presentan contusiones y cuchilladas, informó la prensa local. Las peleas entre inmigrantes en esta ciudad son frecuentes y han dejado varias decenas de heridos y algunas víctimas mortales, la última un joven de 22 años apuñalado el pasado agosto.
En Calais, se llegaron a concentrar en 2016 hasta 10.000 inmigrantes en el que fue llamado campamento de la "vergüenza", desmantelado por las autoridades francesas en octubre de ese año. Sus ocupantes procedían, sobre todo, de Afganistán, Sudán y Eritrea y en su mayoría buscaban cruzar al vecino Reino Unido.
Actualmente, se calcula que habitan entre 550 y 800 inmigrantes en la zona. El pasado año, el Defensor del Pueblo y diversas asociaciones denunciaron el desamparo en el que viven estos jóvenes, que duermen al raso y se quejan de la persecución de las autoridades.