"Hay que dejar de alimentar a las milicias de ultraizquierda ultraviolentas ante las que el poder ha sido muy complaciente", dijo Le Pen en un comunicado.
Varias ciudades francesas, entre ellas la capital París, acogerán esta tarde más protestas en solidaridad con Théo y contra la violencia policial que jóvenes negros y de medios desfavorecidos como él sufren con frecuencia.
Desde que se divulgó el caso de Théo el pasado 2 de febrero, decenas de manifestaciones se han sucedido en Francia, pero muchas de ellas han desembocado en enfrentamientos entre jóvenes y policías que han resultado en la quema de coches y en cientos de arrestos.
"Es incomprensible que el Gobierno (socialista) no haya tomado las medidas necesarias para prohibir este tipo de protestas y garantizar el orden republicano", denunció Le Pen, quien recordó que estas manifestaciones "están teñidas sistemáticamente por la violencia".
La candidata ultraderechista, que parte como una de las favoritas a las elecciones, condenó también los improperios dirigidos contra la policía y los consideró insultos a Francia.
Théo, símbolo contra la violencia policial y su impunidad, sufrió una violenta detención que resultó en un desgarro anal durante un control policial el pasado día 2 en la localidad de Aulnay-sous-Bois, en el extrarradio noreste de París.
El joven de 22 años, que tiene un trabajo parcial como animador social mientras intenta hacer carrera como futbolista, abandonó este jueves el hospital después de dos semanas de estancia durante la que recibió la visita del presidente de Francia, el socialista François Hollande.
Los cuatro agentes implicados en esta agresión están imputados por uso de la violencia y uno de ellos, además, por violación.
El informe policial acerca del asunto reconoció la detención violenta, pero apuntó que la violación anal con la porra que provocó su hospitalización fue "accidental" y no voluntaria, dentro de una detención "violenta y forzosa".