Después de matarla, envolvió el cuerpo en una colcha y lo escondió en el refrigerador durante 105 días, durante los cuales se hizo pasar por su esposa en las redes sociales y envió mensajes de texto a sus padres y amigos.
Zhu se entregó a la policía el 1 de febrero de 2017, confesó haber matado a su mujer y expresó su arrepentimiento ante el tribunal.
El asesino dijo que estaba "dispuesto a aceptar todos los castigos de acuerdo con la ley".
El juicio arrancó el 29 de noviembre de 2017 y en él el padre de Yang, Yang Ganlian, dijo que la familia no quería una disculpa o compensación, sino justicia.