Según el fiscal a cargo del caso, Pavel Ramos, el camionero, Jainer Flores, de 40 años, será imputado por atentado contra el patrimonio cultural al dejar las huellas del tráiler que conducía por la pampa donde perduran desde hace más de 1.500 años las líneas y figuras de animales labradas en la tierra por los Nazca, una de las grandes civilizaciones del Antiguo Perú.
El incidente ocurrió el 27 de enero a la altura del kilómetro 424 de la carretera Panamericana Sur cuando el camión abandonó la vía asfaltada para aparentemente no pagar un peaje, a pesar de las indicaciones que advierten de que a ambos lados del camino existe un área arqueológica intangible.
El arqueólogo Jhony Isla, responsable de la conversación de las Líneas de Nazca, ha asegurado a la emisora Radio Programas del Perú (RPP) que casos como este "ocurren cotidianamente". "Lo que pasa es que esta vez había unas personas que hicieron una filmación y subieron las imágenes a las redes sociales. Es una situación que sucede constantemente. También hay gente que bota la basura allí, al lado de la pampa", lamentó Isla.
El conductor del camión se defendió al afirmar que no conocía la zona porque nunca antes había transitado por allí y que se salió de la carretera como una maniobra de emergencia al sufrir un problema mecánico.
Según el Ministerio de Cultura, las huellas del camión quedaron en una superficie de 50 metros de ancho por 100 metros de largo, encima de tres líneas rectas que conforman parte de los geoglifos de Nazca.
Las Líneas de Nazca se encuentran en la costa sur de Perú y muestran geoglifos de animales, seres zoomorfos, plantas y figuras geométricas que sólo pueden verse completas desde el aire debido a sus grandes dimensiones.
Fueron descubiertas en 1927 y son el legado más importante de la cultura Nazca, que se desarrolló entre el año 100 antes de Cristo y el 600 de nuestra era.