Los agentes trabajan "para identificar y traer ante la Justicia a la persona o personas responsables" del suceso, que se relaciona con el presunto ataque con el mismo agente nervioso el 4 de marzo contra el exespía ruso Sergei Skripal y su hija Yulia, que el Gobierno atribuyó al Kremlin.
Sturgess, de 44 años y madre de tres hijos, falleció en el hospital, donde continúa ingresado su compañero, Charlie Rowley, de 45, que supuestamente también se intoxicó al manipular algún objeto contaminado con la sustancia. La Policía no cree que esta pareja, que, según la prensa, tenía problemas con la droga y el alcohol, fuera blanco específico de un ataque, sino que consideran más probable que entraran en contacto con una jeringa u otro recipiente desechado contaminado con el neurotóxico.
La unidad contra el terrorismo, que trabaja en colaboración con la Policía de Wiltshire, donde ocurrieron los sucesos, ha subrayado que la investigación "debe guiarse por los hechos" y las pruebas que se recopilen. El ministro del Interior británico, el conservador Sajid Javid, aseguró ayer que "no hay planes" de impulsar nuevas sanciones contra Rusia por la intoxicación de la pareja, como ocurrió en el caso de los Skripal, quienes finalmente se recuperaron del ataque.
Como consecuencia del presunto ataque contra los Skripa, el Reino Unido expulsó a 23 de 58 diplomáticos rusos acreditados en este país y promovió otras penalizaciones diplomáticas y económicas. A raíz de unas recientes acusaciones de Javid, que la semana pasada volvió a pedir en el Parlamento explicaciones a Rusia, el Gobierno ruso acusó al británico de "juegos políticos sucios" y de "asustar" a sus propios ciudadanos.