Hasta aquí todo puede ser normal. La gracia de la cosa es dónde habían quedado: se habían citado en unos conocidos grandes almacenes de la conocida marca sueca para jugar ahí al escondite.
La policía se enteró de esta convocatoria y se presentó en la entrada del edificio para impedir la entrada a todo joven sospechoso de poder querer jugar a este juego. De tal manera, que la policía de Glasgow consiguió frustrar este multitudinario escondite.