En la Isla Norte

La Policía neozelandesa busca a un hombre que robó 11 armas de fuego de una comisaría

En la Isla Norte, Nueva Zelanda, la policía está buscando a Alan James Harris por robar presuntamente once armas de fuego de una comisaría. Este hurto se ha producido un mes después del ataque terrorista de marzo contra dos mezquitas y quese saldó con 50 muertos y varios heridos.

ondacero.es | EFE

Madrid |

Policía de Nueva Zelanda tras el doble atentado | EFE

Alan James Harris, de 38 años, es sospechoso de robar las armas la mañana del jueves en la comisaría de Palmerston North, y después huir en un vehículo policial, que ya fue recuperado, informó la comandante en funciones del Distrito Central, Sarah Stewart, en un comunicado.

"Han desaparecido once armas de fuego que se encontraban en un área de almacenamiento de exhibición. Aclaramos que no son armas de fuego de la Policía, sino de una serie de armas que se conservan como exhibición o que fueron entregadas para su destrucción", precisó la oficial.

El comisionado de la Policía neozelandesa, Mike Bush, ya ha ordenado una investigación para determinar cómo pudo el sospechoso acceder a la comisaría, así como una auditoría de la seguridad en torno a las armas en todas las dependencias policiales del país.

El robo se da después de que el Parlamento de Nueva Zelanda aprobara el 10 de abril el endurecimiento de la tenencia de armas semiautomáticas, menos de un mes después del atentado contra dos mezquitas de Christchurch en el que fueron asesinadas 50 personas.

El supremacista blanco australiano Brenton Tarrant asaltó el pasado 15 de marzo fuertemente armado los dos recintos religiosos donde abatió a tiros a los feligreses.

Tarrant, que había publicado en internet un manifiesto con su doctrina extremista y retransmitió el ataque en redes sociales durante 17 minutos mostrando los disparos indiscriminados contra los musulmanes, carecía de antecedentes penales y residía en la localidad de Dunedin, a 400 kilómetros al sur de Christchurch.

El australiano, que se enfrenta en un tribunal neozelandés a 50 cargos de asesinato y 39 de tentativa de asesinato, había obtenido su licencia de armas en 2017 y poseía legalmente cinco armas, incluidas las dos semiautomáticas con las que habría perpetrado los ataques.