Los últimos cuatro días han sido especialmente sangrientos. La ONU constata en su último informe de un preocupante recrudecimiento de la violencia en la Franja de Gaza desde el 23 al 26 de diciembre, con más de 850 palestinos muertos por fuego israelí y al menos 1.598 heridos. En el centro de la Franja, el 24 y 25 de diciembre se registraron más de medio centenar de ataques contra campos de refugiados de Al Bureij, An Nuseirat y Al Maghazi. Y uno de los peores, en la noche del 24 de diciembre, cuando las fuerzas israelíes bombardearon varios edificios residenciales en Al Maghazi, matando a 70 palestinos.
La OMS habla de caos en los hospitales
Se trata de una situación insostenible para los pocos hospitales que quedan en pie, como reconoce Sean Casey, coordinado de emergencia de la Organización Mundial de la Salud. “Hemos visto niños, mujeres, jóvenes, ancianos y mujeres desangrándose. Al hospital de Al-Aqsa vi a una mujer que tenía múltiples heridas de bala. Intentaron derivarla y al final no puedo ser porque sangraba mucho”, explica Casey.
Pese a la creciente presión internacional por un alto el fuego inmediato y sostenido en el tiempo que alivie la crisis humanitaria sin precedentes que sufre Gaza, el ejército israelí continúa su ofensiva por tierra, mar y aire contra los terroristas de Hamás.
Según los datos actualizados del ministerio de Salud gazatí, los muertos desde el 7 de octubre suman ya los 21.110.