El pasado domingo, 28 de noviembre, el presidente de la República Checa Milos Zeman asistió al acto de nombramiento de su nuevo primer ministro desde el interior de una urna de metacrilato. Hacía tan solo un día que Zeman había recibido el alta del Hospital Militar Central de Praga, donde el jueves 25 fue ingresado después de registrar un positivo por coronavirus a pesar de que ya había recibido la tercera dosis de la vacuna contra la enfermedad.
Una ceremonia que pasará a la historia
El delicado estado de salud del mandatario checo de setenta y siete años había postergado el procedimiento legal de constitución del Gobierno. Así pues, habiendo recibido el alta hospitalaria y a pesar de que la infección por coronavirus continuaba activa, Zeman procedió con el nombramiento formal del líder de la coalición conservadora Spolu (Juntos), Petr Fiala, como nuevo primer ministro del país.
El nombramiento se realizó en el palacio de Lány, cercano a Praga, debido al precario estado de saludo del presidente. Para garantizar las medidas de seguridad y prevenir contagios, se adoptaron medidas extremas de protección sanitaria mediante la instalación de una gran urna de metacrilato que solo permitió el contacto visual y auditivo. Así, Zeman cumplió con su protocolaria presencia en la ceremonia institucional aislado en una urna donde fue transportado en silla de ruedas por un equipo especial sanitario.
De cualquier modo, la toma de posesión como primer ministro checo de Petr Fiala dejó una peculiar estampa para la historia que, de este modo, recordará los estrictos protocolos de seguridad contra los contagios de coronavirus. Por el momento, las redes sociales ya se han hecho eco del acto.
"Cuando crees que ya lo has visto todo..." tuiteaba una usuaria sorprendida por la imagen.
