El príncipe Guillermo ha defendido a su familia por primera vez desde que se emitiera la controvertida entrevista de su hermano Harry y Meghan Markle con la presentadora Oprah Winfrey.
Los duques de Sussex han puesto en jaque la reputación de la monarquía al revelar que uno de los motivos que les llevó a abandonar el Reino Unido fue la preocupación que generaba entre alguno de sus allegados el color de la piel de su primer hijo, Archie. Ante la presentadora estadounidense Oprah Winfrey, la pareja eximió a la reina Isabel II y su esposo, el duque de Edimburgo, de ese supuesto racismo, pero ha dejado en el aire la cuestión de qué miembro de la familia real expresó recelos sobre cuán negra sería la
piel del bisnieto de la soberana.
El príncipe Guillermo comentó directamente esa controvertida entrevista cuando salía de visitar en el este de Londres uno de los colegios que han reabierto sus puertas tras más de dos meses cerrados por la pandemia. "No somos una familia racista ni mucho menos", esgrimió el duque de Cambridge ante las preguntas de los periodistas que les esperaban a él y a su esposa, Catalina, a las puertas del centro educativo.
El príncipe Harry y Meghan Markle acusan de racistas la familia Real británica
Oprah Winfrey entrevistó al príncipe Harry y su esposa, Meghan Markle y la conversación, al parecer, ha hecho temer a la familia real británica que se produzca una onda expansiva como la que sucedió hace 25 años con la entrevista que Lady Di concedió a la BBC.
Los duques de Sussex, Harry y Meghan, explicaron que nada es lo que parece en la familia real británica. Aseguraron que no podían salir de casa y que les dijeron que su primer hijo, Archie, no tendría la protección real porque no se le nombraría príncipe.
Aunque una de las acusaciones más polémicas llegó cuando Meghan Markel comentaba que miembros de la familia real estaban preocupados por el color de piel que tendría el bebé.
La otra declaración más destacada por la prensa británica es cuando la duquesa de Sussex ha reconocido que llegó a pensar en el suicidio por la situación que estaba viviendo cuando estaba embarazada de cinco meses.
Por otro lado, Harry contó que su padre el príncipe Carlos llegó a dejar de cogerle las llamadas.