El príncipe saudí dijo a Trump que el periodista asesinado era un islamista peligroso
El príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman, aseguró al presidente estadounidense, Donald Trump, que el periodista Jamal Khashoggi era un "islamista peligroso" días después de su desaparición.
En la llamada entre Trump y el príncipe también participaron el asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, John Bolton, y el yerno de Trump, Jared Kushner, según informó este jueves The Washington Post. De acuerdo con el diario capitalino, que cita fuentes conocedoras de la llamada, esta ocurrió después de la desaparición del periodista el 2 de octubre y antes de que Arabia Saudí reconociese su asesinato el día 20.
En ella, el príncipe Mohamed bin Salman trató de justificar a sus interlocutores que Khashoggi pertenecía a los Hermanos Musulmanes y urgió a Kushner y a Bolton a que Washington mantuviese su fuerte alianza con Riad. Un funcionario saudí negó al The Washington Post que el príncipe saudí hiciese estos comentarios.
La familia del periodista, por su parte, los rechazó en un comunicado: "Jamal Khashoggi no pertenecía a los Hermanos Musulmanes. El negó estas acusaciones repetidamente a lo largo de los últimos años". "Jamal Khashoggi no era de ninguna manera una persona peligrosa. Afirmar lo contrario sería ridículo", añadió.
Khashoggi, que estaba afincado en Washington y trabajaba para el The Post, desapareció el pasado 2 de octubre en el consulado de su país en Estambul cuando iba a recoger unos documentos para poder casarse con su prometida turca. En un principio, Arabia Saudí dijo que Khashoggi había salido por su propio pie del consulado, pero con el paso de los días, la presión internacional y las pruebas en manos de Turquía, el reino admitió que el periodista había muerto en sus dependencias.
Aunque esa primera versión alegaba que Khashoggi murió en una pelea, Riad después reconoció que había sido un asesinato premeditado. En el consulado, a Khashoggi le esperaban una quincena de agentes saudíes que habían llegado a Estambul la noche anterior, entre ellos cuatro miembros del esquema de seguridad del príncipe saudí, que hasta la fecha niega cualquier tipo de participación en el crimen.