Unas horas después de su predecible reelección como presidente de la Federación Rusa, Vladímir Putin se ha dado un baño de masas en la plaza Roja de Moscú, en un acto de conmemoración del décimo aniversario de la anexión de Crimea al país ruso. El presidente ruso, que ha cosechado un 87,97 % de los votos en unos comicios cuestionados internacionalmente sin oposición real, ha subido al escenario instalado en la Plaza Roja junto a los otros tres candidatos presidenciales, y ha pronunciado un discurso reivindicando el carácter ruso de la península de Crimea.
Diez años de la polémica anexión de Crimea
"Crimea no es sólo un importante territorio desde el punto de vista estratégico, no es solo nuestra historia, nuestra tradición", ha arrancado el exagente de la KGB, que ha continuado: "Crimea es principalmente su gente: los crimeos y habitantes de Sebastopol. ¡Ellos son nuestro orgullo!".
Putin se ha referido a Crimea como "un portaaviones indestructible", en un discurso nacionalista en el que también ha habido alusiones a los cuatro territorios del Donbás que, diez años después, de nuevo están en disputa con Ucrania: Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia.
El líder ruso ha afirmado que el destino de los residentes de estos territorios está resultando ser mucho más "trágico" que el de los crimeos, pero se ha mantenido firme en la intención de la Federación de incorporar estos territorios: "Pero, aún así, lo logramos. Y eso también es un gran hito en la historia de nuestro Estado. Ahora avanzamos y vamos juntos, hombro con hombro".
Un referéndum con presencia militar rusa
La situación que están atravesando hasta ahora estos territorios del Donbás es similar a la de Crimea en los años previos a su anexión, a pesar de la ausencia de un contexto bélico tan evidente como el actual. Después de las manifestaciones del 'Euromaidán' - que supusieron un acercamiento político de Ucrania hacia Europa con la caída del presidente prorruso Yanukóvich- , las autoridades de la región Ucraniana de Crimea organizaron un referéndum para independizarse del país e integrarse en la Federación Rusa.
Entonces, Putin desplegó tropas rusas en el territorio ucraniano, bajo el pretexto de garantizar la "libre" expresión de la voluntad popular de los ciudadanos crimeos: estos soldados - que recibieron el nombre de "pequeños hombres verdes"- aumentaron más la tensión que predominó durante la celebración del referéndum del 16 de marzo: un 96,5 % de los crimeos - muchos de ellos de etnia rusa- apoyaron incorporar la región a Rusia, y la anexión se hizo efectiva dos días después, el 18 de marzo de 2014.
La compleja situación del Donbás
Diez años después, varios territorios fronterizos con Rusia son reclamados por el país presidido por Putin: es el caso de los territorios del Donbás, donde los grupos prorrusos y las autoridades ucranianas protagonizaron un extenso conflicto desde 2014 hasta el inicio de la invasión rusa de 2022.
En septiembre de 2022, siete meses después del inicio de la guerra, las autoridades rusas en los territorios ocupados de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia organizaron referéndums de anexión a la Federación Rusa, que se ratificaron con un apoyo de más del 80%. Sin embargo, la legitimidad democrática de este proceso ha sido cuestionado por países como Francia o Estados Unidos.
Sin embargo, la situación de guerra prolongada y la falta de reconocimiento internacional de estas anexiones no ha permitido una integración normal de estos territorios en Rusia, al contrario de lo que ha venido sucediendo en Crimea desde el 2014.