El presidente ruso, Vladimir Putin, ha ordenado a su ministro de defensa que imponga un alto el fuego de 36 horas en el frente ucraniano a partir del viernes. La tregua, prevista para las 12:00 horas de Moscú coincidirá con la Navidad ortodoxa rusa. Desde Kiev han rechazado la solicitud que tachan de "gesto de propaganda".
La declaración del Kremlin, aseguran, llega tras una petición del líder de la Iglesia Ortodoxa Rusa para permitir que los creyentes asistan a los rituales religiosos de la Navidad ortodoxa. "Teniendo en cuenta la petición del patriarca Kirill, insto al ministro de Defensa, Sergei Shoigu, a poner en marcha un alto el fuego en toda la línea de frente el 6 de enero a partir de las 12.00 (hora local)", ha indicado el Kremlin en un comunicado.
La orden de Putin instaba a Ucrania a corresponder para que "un gran número de creyentes ortodoxos que residen en áreas donde se están produciendo hostilidades" puedan celebrar la Nochebuena el viernes y el día de Navidad el sábado.
El asesor de la Presidencia de Ucrania, Mijailo Podoliak, ha acusado al líder ruso de "hipócrita" al querer comparar las acciones de uno y otro Estado en esta guerra. Más tarde ha calificado como un "gesto de propaganda" y una "estrategia trivial". El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha señalado que Putin simplemente está "tratando de encontrar algo de oxígeno".
"La Iglesia Ortodoxa de Rusia no es una autoridad para la ortodoxia global y actúa solo como 'propagandista de guerra'. La Iglesia Ortodoxa de Rusia ha pedido el genocidio de los ucranianos, ha alentado los asesinatos en masa e insiste en una militarización aún mayor de Rusia", ha denunciado Podoliak.