El fin de semana concluía con una noticia terrible para la comunidad internacional y la estabilidad política de Oriente Medio tras la toma de Kabul, capital de Afganistán, por parte de grupos fundamentalistas religiosos, más comúnmente conocidos como 'talibanes', que vuelven al poder tras 20 años de control estadounidense. Para comprender este suceso, contaremos con la ayuda de Fernando Arancón y Eduardo Saldaña, expertos en política internacional y compañeros de El Orden Mundial.
¿Quiénes son los talibanes?
El origen del conflicto islámico se remonta a 1989, momento en el que Afganistán, con el apoyo de la Unión Soviética, instauró un Gobierno comunista tras independizarse de Gran Bretaña. Ante el miedo al avance 'rojo', EEUU formó un grupo llamado 'muyahidines' y los entrenó militarmente para derrocar a los líderes. No obstante, fueron ganando fuerza y en 1996 consiguieron tomar el país y convirtiéndolo en un régimen integrista y ultrareligioso.
En 2001, tras el 11S, EEUU invadió Afganistán considerando que apoyaban a los integrantes de Al-Qaeda y desalojaron a los talibanes del gobierno, quienes huyeron a las montañas a esconderse.
¿Por qué los talibanes iniciaron esta ofensiva?
La conquista de todo Afganistán no ha sido un proceso de días, sino que llevaba años preparándose. EEUU anunció en 2020, durante el mandato de Trump, que se retirarían del país de Oriente Medio para iniciar una transición hacia la paz y comenzaron a negociar con los talibanes, por lo que ya se entendía que a pesar de no estar al mando, tenían cierto poder.
En mayo, el actual presidente, Joe Biden, confirmó que las tropas estadounidenses abandonarían Afganistán antes de que se cumplieran 20 años del 11S.
En este sentido, algunas autoridades y expertos intuían que los talibanes aprovecharían la retirada de EEUU para intentar volver al mando, pero no que sería tan rápido, ya que en cuestión de días han ocupado las principales ciudades del país y el domingo cayó Kabul, la capital.
¿Cómo han conseguido los talibanes este rápido avance?
Se estima que hay 75.000 talibanes contra 300.000 soldados en el ejército afgano, entrenados por EEUU. Sin embargo, hay algunas razones que explican este triunfo del grupo fundamentalista religioso. El primero de ellos es que, a pesar de lo que pueda parecer, cuentan con el apoyo de una parte importante de la ciudadanía del país y, además, han sobornado a policías y políticos para ir avanzando sin que les detengan.
En segundo lugar, el Gobierno afgano dependía mucho de EEUU y la OTAN, especialmente en relación con el suministro, debido a que es muy complicado garantizarlo. Por ello, muchos militares acabaron desertando. Aunque el problema más grave fue la desmoralización de las tropas afganas tras la retirada de EEUU. El pánico ha sido clave y la OTAN fue utilizada durante muchos años como efecto disuasorio.
¿Qué implicaciones internacionales tiene esto?
En primer lugar, los grandes vencedores de este golpe son los talibanes, ya que han recuperado Afganistán tras 20 años, es decir, se ha vuelto al punto de inicio y han ganado una guerra de muchos años. No obstante, tienen algunas complicaciones porque una vez alcanzado el poder, deben consolidar un país muy inestable y convulso de la noche a la mañana, creando un estado viable con seguridad y control, a pesar de sus ideas integristas.
Rusia sigue pendiente de lo que suceda en Afganistán y, a diferencia de muchos países, no quiere abandonar su embajada. China, por su parte, coincide en esto y afirma que quiere llegar a acuerdos puntuales con los talibanes.
Sin embargo, una víctima importante en Oriente Medio es Pakistán. Los talibanes se mueven con facilidad entre ambos territorios y temen que los integristas de su país monten un movimiento similar, como un 'efecto boomerang'.
Aunque, desde El Orden Mundial son claros, las principales víctimas son los civiles a pesar de la simpatía que haya hacia los talibanes, especialmente para las mujeres y niñas por la imposición de la ley islámica o 'sharia'.
¿Quién es el culpable de esta situación?
Muchas personas han responsabilizado principalmente a Biden del desastre en Afganistán, aunque no es el único implicado, sino que se ha llegado hasta aquí por una serie de decisiones del Gobierno de EEUU y Afganistán.
El Gobierno afgano fue advertido en 2001 que debía construir un estado sólido, con un tejido que pudiera sostenerse cuando EEUU y la OTAN se retiraran, aunque se ha visto que no ha sido así.
En segundo lugar, Trump negoció con los talibanes, por lo que sabía que ellos eran los interlocutores en este proceso de paz y tenían cierto peso. Por lo que respecta a Biden, ha planificado de forma muy cuestionable la retirada porque no ha dado margen al Gobierno ni al resto de países a mandar aviones para retirar al personal de las embajadas ni a aquellos afganos que han colaborado con los occidentales.