Las autoridades surcoreanas han cancelado este viernes la operación para detener e interrogar a Yoon Suk-yeol, el presidente que decretó la ley marcial a principios de diciembre, ante la obstrucción de su servicio de seguridad en su residencia en Seúl.
Así lo ha informado un portavoz de la Oficina para las Investigaciones de Corrupción de Funcionarios de Alto Rango (CIO por sus siglas en inglés) a medios: la operación se canceló hacia las 13:30 hora local (4:30 GMT), después de que 30 agentes de este organismo y 50 policías se encararan durante unas tres o cuatro horas con el servicio de seguridad presidencial, que se ha negado a facilitar el acceso al interior de la vivienda.
"Es imposible ejecutar la orden"
"En cuanto a la ejecución de la orden de arresto hoy, ante el punto muerto persistente, hemos determinado que era virtualmente imposible ejecutar la orden y estábamos preocupados por la seguridad de las personas sobre el terreno debido a la obstrucción para ejecutarla", explicó el portavoz en declaraciones que recoge la agencia Yonhap.
El portavoz ha explicado que se estudiarán ahora otras medidas y ha añadido que lamentan "profundamente la actitud del sospechoso, que no acató los procedimientos legales".
Tras superar un primer control militar en el perímetro del recinto, el equipo de agentes del CIO y policía se encaró con el servicio de seguridad presidencial, que se negó a aceptar como válidas las órdenes de arresto temporal y registro obtenidas el martes después de que Yoon ignorara tres citaciones para declarar en relación con su decisión de decretar la ley marcial el pasado 3 de diciembre.
Los seguidores del presidente congregados cerca de su residencia, en torno a unos 1.200 según la policía, celebraron la noticia con vítores.
Casi 3.000 agentes desplegados
La policía ha desplegado un nutrido contingente que incluye 2.700 agentes sobre el terreno en las cercanías de la residencia presidencial, situada en el barrio de Hannam en Seúl, para evitar altercados.
Los abogados de Yoon han solicitado una orden judicial para anular la orden de detención, argumentando que solo la Fiscalía puede solicitar ese tipo de arresto, y han insistido en que es "ilegal" tras conocer que las autoridades estaban dentro del recinto.
En caso de que puedan arrestarlo, el equipo conjunto formado por el CIO, la policía y el Ministerio de Defensa Nacional, dispone de 48 horas para interrogar a Yoon e incluso solicitar una orden para prolongar la detención si lo cree necesario.
Yoon, al que se ha prohibido salir del país, fue destituido por el Parlamento el pasado 14 de diciembre y está a la espera de que el Tribunal Constitucional decida de aquí a Junio si lo restituye o lo cesa definitivamente.
Por qué el presidente decretó la ley marcial
Como decíamos, fue a principios del pasado mes de diciembre cuando Suk Yeol decretó la ley marcial en todo el país, un controvertido movimiento que entonces desencadenó una oleada de protestas.
Hablamos, pues, de una medida que no se veía desde hace más de tres décadas y que generó una crisis política y social sin precedentes. Según el mandatario, la acción es necesaria para "erradicar las fuerzas pro-Norte" y garantizar la "libertad y felicidad" de la población, y tras sospechar que fuerzas pro coreanas del norte están tratando de influenciar decisivamente en la política del país.
Qué significa la ley marcial
La ley marcial otorga a los militares control sobre las funciones civiles, incluyendo la seguridad, los medios de comunicación y las libertades individuales. Quedan prohibidas:
- Actividades políticas, como las del Parlamento y los partidos políticos.
- Manifestaciones y huelgas, declarando ilegales las protestas públicas.
- Noticias falsas y manipulación de la opinión pública, poniendo a los medios bajo estricta supervisión militar.
- Libertad de reunión y asociación, restringiendo los movimientos ciudadanos.
Los infractores pueden ser arrestados, detenidos y juzgados sin orden judicial, conforme a los artículos 9 y 14 de la Ley Marcial del país.
La justificación de Suk Yeol
El principal partido de la oposición, el Partido Democrático (PD), que controla el Parlamento, aprobó a finales del pasado año un presupuesto reducido, además llegó a presentar mociones para destituir a altos funcionarios leales al presidente. También comenzaron una intensa campaña para que Yoon dimitiese debido a escándalos que involucraban a su esposa y a su administración.
El presidente Yoon justificó la medida argumentando que el Parlamento se había convertido en un "monstruo que provoca el colapso del sistema liberal" y acusaba al PD de conspirar para derrocar el gobierno. También descató la amenaza de fuerzas supuestamente afines a Corea del Norte.