La escalada de violencia entre Israel y Palestina sigue en aumento, con Jerusalén o Gaza como escenarios de disturbios y bombardeos que han dejado centenares de heridos causados por ataques de represalia por parte de los dos bandos, el Ejército de Israel y las milicias palestinas de Hamás y la Yihad Islámica.
¿Por qué se aviva ahora el conflicto? En el mes del Ramadán, tan importante para musulmanes, la tensión ha ido creciendo con las marchas hacia el Muro de las Lamentaciones, manifestaciones de ultraderechistas israelís proclamando "muerte a los árabes" o la prohibición de las autoridades de las habituales concentraciones de palestinos en esta época del año.
Tensiones durante el mes del Ramadán
La tensión llegó a un punto insostenible el pasado lunes, cuando centenares de palestinos resultaron heridos en enfrentamientos policiales tras un rezo en la mezquita de Al Aqsa. Aquella jornada desencadenó el lanzamiento de cohetes por parte de milicias palestinas hacia Jerusalén.
Conflicto en el barrio de Sheij Jarrah
Además, la violencia también se debe al intento de numerosos colonos judíos de apoderarse de casas de familias palestinas en el barrio de Sheij Jarrah, en la zona este de Jerusalén, territorio anexionado por Israel. Dichos colonos se ven favorecidos por la legislación, con un Tribunal Supremo que aplazó la sentencia final respecto a este asunto.
Dura respuesta militar de Israel
Los palestinos salieron a la calle a denunciar la situación, pero se encontraron con una fuerte represión policial. Por ello, Hamás y la Yihad Islámica lanzaron cohetes hacia Jerusalén o el centro de Israel, mientras que el país israelí respondió con dureza en la que ha sido la operación armada más importante desde 2015.
En total, ha habido más de 1.000 lanzamientos de cohetes, centenares de heridos y muertos durante una semana repleta de hostilidades. Solo en Gaza, la cifra de muertes asciende a 119, entre ellos 31 menores, mientras que el número de heridos palestinos supera los 800.
La comunidad internacional pide el cese de hostilidades
"Dije que exigiríamos un precio muy alto a Hamás y las otras organizaciones terroristas", declaró el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que añadió que el Ejército israelí lo seguirá haciendo "con mucha intensidad": "Esta no es la última palabra y esta operación continuará el tiempo que sea necesario".
Tras los bombardeos y la escalada de violencia en la región, la comunidad internacional ha insistido en la necesidad de un cese de hostilidades por parte de los dos bandos. La ONU se reunirá para tratar la situación y Estados Unidos también ha pedido que baje la tensión, aunque ha reconocido el derecho de Israel a defenderse.
Ni Egipto, tradicional mediador en el conflicto, ni Naciones Unidas han logrado frenar la tensión entre los dos bandos, por lo que un escenario de tregua se antoja más que complicado en las próximas jornadas. El último ataque se produjo en la madrugada de este viernes, con una mayor ofensiva hacia la franja de Gaza.
Israel sostiene que el lanzamiento de cohetes por parte de Hamás debe terminar, mientras que las milicias palestinas insisten en la retirada de fuerzas israelíes de la Explanada de las Mezquitas.