Irán ha comenzado un ataque contra Israel que ha activado las alarmas en todo el país y ha puesto a la población bajo refugio. Es el culmen de la escalada de tensiones que involucra no solo a estos dos países, sino a toda la región de Oriente Medio. Este ataque se enmarca dentro de un ciclo continuo de represalias que ha ido intensificándose, especialmente tras la incursión terrestre de Israel en el Líbano y las ofensivas israelíes contra los aliados de Irán.
Ataque de Israel al Líbano
Irán ha comenzado el diseño de su respuesta desde el inicio de la incursión de Israel en el Líbano con los ataques a buscas de miembros de Hezbolá y ahora tras la invasión al país. Hezbolá es una organización respaldada y financiada por Teherán. Israel había atacado varias posiciones de Hezbolá, fulminando a su líder, Hassan Nasrallah, en Beirut. Hezbolá es un componente central del llamado "eje de resistencia" de Irán, que incluye también a otros grupos militantes como Hamás, y cuya misión es contrarrestar la influencia de Israel en Oriente Media.
Irán confirma su escalada
Irán había advertido de que tomaría represalias por la muerte de Ismail Haniye, líder de Hamás, asesinado en suelo iraní en julio. Este ataque es el segundo que Teherán lanza directamente contra Israel en los últimos meses. El primero ocurrió en abril, cuando Irán disparó cientos de misiles y drones como respuesta al bombardeo de su consulado en Damasco por parte de Israel.
El ataque llega tras la incursión israelí en Líbano con el conflicto en la Franja de Gaza abierto. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han activado sus sistemas antiaéreos y puesto al país en estado de alerta máxima, instando a la población a refugiarse.
Un ataque multifactorial
Este ataque de Irán es una respuesta tanto a la ofensiva israelí en el Líbano como a una serie de golpes estratégicos previos por parte de Israel contra figuras clave de los grupos militantes que Teherán apoya. Sin embargo, detrás de estas acciones hay una visión geopolítica más amplia, con Estados Unidos advirtiendo recientemente sobre la posibilidad de un ataque inminente por parte de Irán y con su claro posicionamiento y apoyo a Israel.
Asimismo, Teherán sigue apostando por el fortalecimiento de sus organizaciones afines y su presencia en Líbano y Siria. Ahora, lo impredecible es saber las consecuencias. Si quedará en un enfrentamiento parcial, o habrá una guerra total entre Irán e Israel. Mientras, países colindantes, como Jordania o Irak, cierran su espacio aéreo a expensas de lo que pueda suceder.